La Coalición Agua para Colombia presentará los primeros avances para cuidar el agua.
La directora para el programa de norte de los Andes y sur de Centroamérica en The Nature Conservancy, Claudia Vásquez, habló con El Tiempo sobre el plan de cobrar a los ciudadanos una tarifa mínima por el agua que consumen, monto que irá a proyectos de conservación de las cuencas hídricas.
Para conocer los primeros resultados, mañana 20 de noviembre, se hará una presentación en el hotel Holiday Inn a las 9: 00 a.m..
¿Cuál ha sido el mayor avance de la Coalición en estos seis meses?
La mesa de política pública, liderada por el viceministro de Agua, José Luis Acero, es una de las que más ha avanzado. Logramos sacar adelante un apoyo técnico para la Comisión Reguladora del Agua para que pueda expedir el Decreto 1207 de 2018, que saldrá el próximo año, para que las empresas de acueducto puedan hacer inversiones ambientales en lo que nosotros llamamos infraestructura verde. Es decir, inversión en términos de conservación en las cuencas hídricas para tener agua en cantidad y calidad para todos los usos.
¿Hoy las empresas de acueducto no hacen esas inversiones ambientales?
Ellas sí lo hacen, pero esto lo que permite es tener una inversión adicional, que puede estar reflejada en la tarifa por uso de agua. Entonces, según la inversión que la empresa haga, puedan amortiguar esa inversión en la tarifa que le llega a los usuarios y que retornará entre los próximos 10 y 30 años. Eso realmente es importante, porque va a permitir la inversión de recursos adicionales. El impacto para el consumidor en el pago de su tarifa será realmente mínimo, porque puedes amortiguar esa inversión en el futuro. Si las empresas cuidan las cuencas, se evitarán unos sobrecostos por descontaminación de agua.
¿En qué zonas aplicaría esta medida?
Las inversiones ambientales son de aplicación voluntaria, no están limitadas en mínimos o máximos. Las pueden aplicar todos los prestadores de acueducto del país sin importar su tamaño. Reconoce tanto las inversiones, como la operación y el mantenimiento de las inversiones ambientales. Las inversiones son pagadas después de ejecutadas y las mismas deben obedecer a soluciones basadas en ciencia y soportada en estudios, alineadas con los instrumentos de ordenamiento de las autoridades ambientales.
Bien sabemos que Colombia es considerada como una potencia hídrica, y sin embargo, hay muchos elementos que han afectado esa capacidad. ¿En qué zonas se presenta estrés hídrico?
El estado de las cuencas en términos generales no es bueno. De ahí la importancia de trabajar en la conservación de las cuencas, no solamente para la regulación hídrica que nos permita subsistir, sino también para el ecosistema. En Santa Marta y la Sierra Nevada hay un estrés hídrico muy conocido, pero no debería ser así, porque tiene una montaña muy importante al lado y tiene cuatro ríos que abastecen la ciudad. Nos hemos planteado que además de proteger el lugar en donde nace el agua, también el lugar en donde desemboca. Por ejemplo, los sistemas de acueductos de las ciudades tienen porcentajes de fuga de agua enormes. En Bogotá, que tiene el menor porcentaje, alcanza el 30 por ciento. Hay otras, en la que hay problemas de contaminación porque hay actividades productivas, entonces es necesario pensar en el recurso hídrico pero con un enfoque más integrado.
En el caso del agua contaminada, ¿qué hace la Coalición?
En este momento, el tema de contaminación de ríos no hace parte de los tema de la Coalición, aunque sabemos que es un tema que debe ser tratado. Pero, no podemos hacerlo todo al mismo tiempo. Sin embargo, para el caso específico de descontaminación del río Bogotá tenemos algunos avances. En este momento, estamos en la elaboración del plan estratégico del Fondo de Agua de Bogotá, las metas y qué se puede cumplir en términos de descontaminación.
¿Qué cuencas hídricas están priorizadas para su protección?
Nos enfocamos en la cuenca Magdalena- Cauca, porque convergen diferentes intereses. Hay necesidades de consumo urbano, agropecuario y energéticas. Es sin duda una región que necesita un trabajo muy integrado para que pueda cumplir con estas necesidades tan importantes. También nos hemos enfocado en el Valle del Cauca, porque es donde hay una producción agrícola muy importante, entonces un mal uso del agua puede generar unos conflictos ambientales y sociales importantes. También en Bucaramanga, porque es una región que ha tenido problemas de estrés hídrico. Y nos interesa mucho la Orinoquía, porque si bien son sabanas inundables, se supone que hay mucha agua, pero hay ciertos tipos de desarrollo económico que podrían alterar ese ciclo natural de las inundaciones y que afectaría gravemente la salud del ecosistema que es único en el mundo.
¿Cuáles son esas cuencas hídricas que están más deterioradas?
Las cuatro cuencas más deterioradas son el río Bogotá, Cauca, Chinchiná y Otún. Cerca de ella están ubicadas las ciudades que no tienen sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas y que además tienen una alta actividad industrial o agrícola. Su principal problema es la contaminación.
¿Qué tanto ha participado la industria que opera en esas regiones en esta coalición?
Siempre se puede hacer mejor, y estamos haciendo todos los esfuerzos para que ingresen todos los sectores industriales. Hoy, tenemos el apoyo de Ecopetrol, ellos no solo están interesados en la conservación del agua para su explotación, sino para el consumo de las comunidades en donde operan. También está Argos, Bavaria, Postobón, industria cañera, entre otras.
El Tiempo