Si se mantiene voluntad política entre ambos gobiernos, el proyecto de interconexión eléctrica no tardaría más de tres años en el montaje.
Si todo sale como está trazado, y si se mantiene la voluntad política entre Colombia y Panamá, la línea de transmisión de energía eléctrica entre ambos países comenzaría operar en el 2024.
Luego de 18 años de haberse contemplado por primera vez el tema de la interconexión entre ambos gobiernos (2006), es mucha el agua que ha corrido bajo el puente desde entonces, pero hoy el camino parece despejado para que el montaje comience en el primer semestre del 2022.
Así mismo, el asunto de la interconexión ha estado en la agenda bilateral y ha sido materia de varios acuerdos entre ambos países, en los que se ha ratificado la voluntad de avanzar en la construcción de una visión a futuro que priorice la integración eléctrica entre México, América Central y Colombia.
El último gran paso en ese sentido se registró la semana anterior cuando el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e Interconexión Eléctrica Colombia-Panamá (ICP) firmaron un convenio de cooperación técnica para apoyar la ejecución de estudios del proyecto.
Según el acuerdo, el organismo multilateral desembolsará US$500.000, dinero que será invertido en estudios de diseño técnicos y ambientales.
Este valor, que no es reembolsable, se suma al aporte de US$4’965.000 que hará la sociedad Interconexión Eléctrica Colombia Panamá (ICP), compañía binacional de la cual son accionistas principales ISA y Etesa, para cubrir el valor total de los estudios.
Caber resaltar que desde 2009, el BID ha aportado un valor cercano a los US$4 millones para la viabilización del proyecto.
“El Banco ha sido un socio de Colombia y Panamá en la preparación de todos los estudios para el desarrollo de proyectos de interconexión entre ambos países”, explicó Alexandra Planas, especialista senior de Energía del BID.
La vocera recalcó que los US$500.000 se enmarcan en una nueva cooperación técnica no reembolsable que contribuirá con otros estudios complementarios ambientales y sociales para el desarrollo de la línea de transmisión, también se confirmarán datos de informes técnicos que se han realizado con anterioridad, los cuales tendrán una duración de dos años.
Agregó que la iniciativa de interconexión es fundamental para la consolidación del mercado eléctrico regional y para la integración de la Comunidad Andina con Centroamérica, que ya cuenta con un mercado organizado a través de la red del Sistema de Interconexión Eléctrica para Países de América Central (Siepac).
Este proyecto permitirá el futuro intercambio de energía eléctrica entre los dos países y posibilitará el acceso a nuevas fuentes renovables de energía económico y sustentable.
“Este es un hito más del compromiso que tienen ambos países de impulsar proyectos que garanticen seguridad energética para la región, mediante un abastecimiento diversificado, seguro, confiable y responsable con el medio ambiente, donde la integración adquiere una nueva dimensión, posibilitando el mejor aprovechamiento de las fuentes de generación renovable no convencionales”, afirmó Andrés Villegas Ramelli, director de ICP.
El proyecto actualmente se encuentra en ejecución del estudio de impacto ambiental y el de diseño de campo, los cuales se desarrollan de manera coordinada y por sectores.
La interconexión Colombia – Panamá consiste en una línea de transmisión eléctrica desde la subestación Cerromatoso (Córdoba, Colombia) hasta la subestación Panamá II (Ciudad de Panamá).
Tendrá más de 500 kilómetros, divididos en tres tramos (dos terrestres y uno de cable submarino) y su capacidad de transporte será de 400 Megavatios (Mw).
El proyecto será desarrollado con la tecnología conocida como transmisión de energía en corriente directa (Hvdc), (ya madura en el mundo pero nueva en la región), la cual asocia grandes ventajas desde el punto de vista técnico, económico y ambiental.
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